Te rogué que no te fueras
pero eso no pudo importarte menos
que cualquier otra infección
que hubieras tenido antes.
otro ladrillo en el muro.
Tu también has visto
a los gusanos retorcerse
en un vientre pútrido de negras
emanaciones mortuorias.
Te he visto desfallecer
cuál infame cadáver.
Imaginé entonces
los batallones de insectos
masticando los vestigios
de tan nefasta existencia.
¡Oh! Amor de mi vida
dime cómo olvidarte.
Si ha sido tu sacra vulva
lo que me ha traído de vuelta
del mundo que sólo existe
en terribles pesadillas.
Que los impíos sacramento
hablen por si mismos.
No le temo a la muerte
pues existir tan lejos de ti
es tan insípido cómo una
asquerosa sobredosis.
Imagen generada por IA
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