no importan mis pecados
ni mucho menos mi condena.
Por siempre existirá
la memoria maldita
que hace soñarte.
Las vividas pesadillas
se vuelven más palpables
mientras olvido.
El rubor de tus labios.
El cálido sabor de
los viejos anocheceres.
No sabes cuánto
quisiera llegar a ser
tu nuevo tormento.
Sin embargo me mostraste
un nuevo camino para seguir
y te estoy agradecido.
Nunca sabrás cuán importante
has sido para hacerme lo que hoy
se muestra cual pesadilla.
Tan sólo me importa cuánto
dolor puedo llegar a infligirte
sin matarte en el proceso.
la carne puede sanar pero
muy pocas cosas pueden arreglar
las grietas del alma.
Imagen generada por IA
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