y el calor de tu silueta
era más que una sombra.
Te molestaron mis vicios.
Tu puta madre te hizo
detestar el humo que
me hacía tan feliz.
Nada era suficiente.
Culpaste al verde
también a mi hermana
y mi puto perro.
Pero la verdad surgió.
No puedo ser cinco.
Tampoco toda la universidad.
Pero sí tu dolor.
Déjate consumir, puta.
Mis dientes siempre
han sido tu debilidad.
Déjame morderte.
Quiero arrancarte la piel.
Si no puedo tener una vida
dónde pueda tenerte, entonces
todos deben morir.
Te mostraré e infierno.
Defecaré en tus gustos
y te torturaré con aquello
que más amas.
Lo que sea necesario.
Con tal de quebrarte
y hacerte mi zombi
siempre complaciente.
Imagen generada por IA
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