se encargue de mostrarte
cuán insignificante ere
ante tus semejantes.
La vida misma se vuelve
una porquería un poco
más insoportable
cada día que pasa.
Tan sólo quisiera
poder volver a tocar
las puertas del paraíso
con la misma inocencia.
Si mis pecados han
de marcar mi destino
entonces estaré feliz
de arder en vida.
Mi nombre es una maldición
que tu oídos prohíben
volver a escuchar
en toda tu vida.
Y ese es el verdadero
motivo que tengo
para seguir viviendo
a mi puta manera.
Imagen generada por I.A.
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