martes, 22 de junio de 2021

Rapiñante.

Clamé a los vientos
un poco de misericordia
en tiempos difusos.

El tiempo se ha disipado.

Todavía conservo
un as bajo la manga.

Debo esperar el momento
en que la tinta brote
cual sangre infectada
con el dolor abisal.

Las llamas devorarán
tu carne y huesos.

Tus venas serán mías.

He olvidado el júbilo
que el amanecer
debería traer consigo.

Atrapado en el pasado
cargo en mis antebrazos
el estigma del desprecio.

¿Puedo permitirme olvidar?

Todo lo que necesito
se encuentra oculto
en los rojizos témpanos 
del valle de la muerte.

Infesta mis sentidos
con la calidez de tu voz.

Sé que todo esto
terminará valiendo la pena.
El dolor es calidad.

Estoy lo suficientemente loco.

Derramaré mi sangre
sobre tu lengua y rostro
justo como cuando
solía ser feliz.

Asé toma lo que quieras
de este cadáver ambulante.

Te lo has ganado.

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