Dulce veneno.

Si de verdad conocieras
la soledad absoluta como tanto
sueles restregarme.

Oh querida...
Estoy seguro
de que te retractarías
de toda tu mierda.

Me resulta difícil creer
cuanta esperanza tienes puesta
en mi futuro.

Está claro que no
has escuchado
a las voces del inframundo
llamarme día y noche.

Crees entenderme
cada vez que hablo del fuego
pero no tienes quemaduras.

El final está cerca
y en realidad
no quiero perder tiempo
fingiendo una ilusión.