lunes, 6 de julio de 2015

Hablando con otro soñador

Me salve a mí mismo
Como una golondrina escapando
de una sanguinaria zorra
¡Y lo he perdido todo!

Me burlé de mis defectos
cual bufón de la corte real
persiguiendo un salario
¡Y lo he perdido todo!

Me he quedado solo
¡Ho No!
Realmente doy risa
¡Ho No!
No me soporto.

Traté de golpear las puertas
de la magnífica eternidad.
ya ni siquiera puedo levantarme.

Ese es el precio de los sueños
pero, el sueño no muere.
Solo el soñador,
que sin dudarlo ni un segundo
se decidió a volar.
Con unas sucias alas de marfil,
quiso estar con las estrellas.

Los sueños hacen arder el alma,
no sé si sea bueno.

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