Purga.

He visto emerger
al relámpago y su furia

Corro al alba
sólo para volver a caer.
A penas es Lunes
y ya quiero morir.

Sólo necesito
volver a sentirme vivo

Con el odio como insignia
las lágrimas callan
opacadas por los gritos de dolor.

Debajo de la tierra
posiblemente al infierno.

Arrastrado por la locura
en túneles de obsidiana
destruyendo mi carne
hasta llegar al bosque sombrío.

Siempre ha sido
demasiado tarde.

Respiro.

Dulce luz de cobre

no me abandones

eres

     lo único que necesito.

El sol se ha ocultado

            es hora

muéstrame el camino

que lleva a la felicidad.

      Perdí mi mente

en un agitado viaje por las alcantarillas.

He sacrificado mi vida

      en este sueño idiota

                    día a día.

El fin se acerca

       lo sé bien.

            En la hora más obscura

cuando la vida parece desvanecerse.

¿Sujetarás mi mano?

¿Serás mi guía?

    Cuando llegue la ceguera

 en el corredor de la muerte.

Daño.

He estado atado
demasiado tiempo
en lo más profundo.
Todo se corrompe
entre cadenas oxidadas.

Cuando abres los ojos
la nostalgia
sólo es debilidad.

Sólo el fuego
puede comenzar a sanar las heridas.

Es doloroso
emerger de las cenizas
una
y otra vez.

Sólo para despertar en otra mentira.

Nunca mas.
Una gota de vida
ni calor que la sostenga.
Sólo. Olvido.

Angelicales.

Sentí el gélido sudor

recorrer mi cuerpo.

La daga obscura

atraviesa mi alma.

¡Oh mi más grande anhelo!

pude ver como te acercabas

y ponías fin al calor.

Puedo verte danzar

pálida figura

de ojos abisales.

¡Oh! Llévame contigo...

El júbilo se ha marchado

acabaron conmigo

las bellas palabras.

Tan falsas como el amanecer

que con tanta alegría anuncian

es tan fácil creer

para los condenados.

La supuesta cura

para las mentes enfermas

que en sombras deambulan.

Ojos muertos...

   Despierta
 otra noche
       de desprecio
 perdidos
                en la
     ausencia.

Trágico final
que la luna dicta.

        Bestia
         abisal
   terror nocturno
y único amigo.

Bienaventurados
los que no le teman a la muere,

        Día a día
        hemos
           de caer
     un poco más
      marginados
          bastardos.

¿Qué podría esperar?

Atravez del noctambulismo
tragos de vino barato
humo de tabaco
y una que otra artimaña.

Persiguiendo
lo inalcanzable.

Mi destino, supongo
soy una de esa alimañas
que a paso zigzagueante
sólo esperan con ansias
el día que todo termine.

Sólo, sin sol
ni molesto calor vital
sólo se escucha el cabalgar
del jinete pálido.

Exiliado, mendigando
sin un futuro al cual llegar.

Nacido para perder.

Dame el adiós definitivo

ese que en el olvido.

me envuelve 

en eterno descanso.

Déjame ser escombros

sólo eso queda.

¿Puedes sentir mi enfermedad?

El dolor llama inclemente

puedo escuchar las voces

pero no entender nada.

Traté de volverme a levantar

        pero ya era demasiado tarde.

Buscar la bendita

         ...salvación.

Una perdida de tiempo

sólo hay frío.

y negras neblinas.