que años rodeada de simpaticos imbeciles
te han hecho forjar.
No harías mal en mostrarles
cuánto es que mi voz te atrae.
He sido de los pocos
que se han atrevido a derrumbar el mito
que te hace sentir tan especial.
No me importa decir cómo y cuándo
traicioné tu confianza.
Núnca he intentado venderme
cómo el estandarte de valores
que simplemente no tengo.
Pero incluso así es que sigo
siendo sólo un mal menor.
Puede que no merezca esta suerte
pero al final del día sólo soy menos
que una simple molestia.
Sé que no puedes decir lo mismo.
He visto tu obra actuar.
Simplemente no mereces
la estúpida redención
que intento buscar.
Tu gran ego puede ser
verdaderamente molesto.
Intenta seguir con tu vida
una vez que te haga encarar
el daño que has hecho.
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