Memoria marchita.

Es cierto que
        pude llegar a ser
  un poco cruel.
            Debes entender
   que era necesario.

                  No podría soportar
    otro día encadenado a ti.
           Enfermo
        sólo de pensarlo.
         
        Sé que no podré morir
            hasta haber
                      encontrado
               millones de respuestas
     completamente inútiles.

      Temo que debo
       aceptar  que esto
          es lo único que me queda.
Desprecio y locura.

          He perdido todo
      exepto el miasma
que se ha impregnado
                en lo más profundo
        de mi alma.

Dogma mental.

Pareciera tan insignificante
como es que al final del día
la vida es un desperdicio
y toda esperanza es mentira.

Destruiré tu vida
sin siquiera
poder notarlo.

Alabado sea el misterio
que en las noches se oculta
y sólo un par de lunaticos
perciben su presencia.

Pues sólo ella conoce
la verdadera redención.

Pues la muerte digna
es sólo otra mentira
que hacen que cualquiera
pueda sentirse mejor.

Así que sin más rodeos
déjame marchar
de una buena vez.

Repugnante.

           Una arrogante escoria
              levanta su voz arrogante
         alardea de su ego
      y todo aquello que supuestamente
          lo convierte en un hombre de verdad.

               No soy yo quien intenta
                darle sentido a su existencia
            pretendiendo ser algo más
                      que un simple estereotipo.

                Pero nunca podrá ser tomado en serio
                    mientras sea tan evidente
       que no puede soportar la idea
             de no ser más que
         una triste burla.

                   Casi puedo escucharlo
                            lamentar la desdicha
               de tener que existir y saber
       que en realidad no vale nada.

            A pesar de tener todo aquello
                 que pueda desear estará por siempre
            condenado a saber que nunca
               logrará ser tan relevante como para
           satisfacer la necesidad de vanagloria.

Mi amada soledad.

Convulsiona a mitad
de la noche sin luna
y pretende que
es una nueva noticia.

Pero bueno; tienes
toda mi atención.
Así que cuenta
tu linda historia.

No olvides sonreír.

Pretenderé escucharte
si es que eso logra
hacerte feliz sólo
por un momento.

Estoy cansado
de que intentes
forzarme a tener
un puto mañana.

Sabes que odio el mundo.

No importa cuanto
creas poder
seguir con esta farsa.
Nada cambiará.

Me encontraré
por siempre atado
a estas cuatro paredes.
Sin esperanza alguna.

Ya no puedo sentir nada.

No sé que esperas
que pueda lograr si
me encuentro agonizando
noche tras noche.

Heroína.

Deja ya de justificarte
diciendo que buscabas
mi absurdo bienestar.

No sabes cuanto he perdido.

Sé que nunca me escucharás.
Sé que nunca importará.

Deja de buscar mi afecto
sólo basta mirar mi pasado
para sabe que no importo.

No importan tus intenciones.

Tal vez esperaras un final feliz.
Te he vuelto a decepcionar.

Nunca olvidaré somo
se siente ser abandonado
en aquella pesadilla.

Intenté alzar el vuelo.

Pero todo intento fue inútil.
El fracaso es inevitable.

No hay lugar en el mundo
para desgraciados que
intentan llegar a ser libres.

Esa es la triste realidad.

Estas manos.

No esperes que pueda confiar en ti
después de haberme abandonado
cuando más te necesitaba.

Me encontraba
en el más obscuro
de los abismos.

Pero supongo
que eso ya lo sabías,

Un grito silencioso concibe
esta eterna necesidad
que no puedo evitar sentir.

No me hables
sobre sufrimiento
el dolor es mio.

No pude soportarlo
y en esto me he convertido.

Haber tomado aquel camino
ha sido lo mejor que me pudo pasar
por desgracia estoy maldito.

No me sorprende
que aquel tesoro terminara
por corromperse al final.

Conociendo mi asquerosa suerte.
No podría ser distinto.

Mortalidad.

La misma historia debe contarse
una y otra vez hasta que por fin
deje la nostalgia en el olvido.

Las luces han estado apagadas
desde hace mucho tiempo.

Debo entender que mi condena
es ahogarme por siempre en un mar
de agua hirviendo y espejos rotos.

Puedes estar segura de que nunca
volveré a ver el sol ascendente.

Me encuentro en lo más profundo
donde la luz no se atreve a mostrar
aquel aborrecible resplandor.

He perdido todo lo que me importa
no esperes que me intente redimirme.

Escojo la muerte antes que la vida
y sin embargo no he dejado de respirar
aunque eso no durará mucho.