Silueta.

A lo largo
de mi corta vida
he perdido lentamente
la luz interna.

Mi cuerpo
se cae a pedazos
Mientras que respirar
duele cada día
un poco más.

Recuerdo que
en aquel entonces
ella solía temer
a este momento.

Al final
sólo el crujir
de mi respiración
se ha mantenido
a mi lado.

Es tan hipócrita
decir que te preocupa
mi jodido bienestar
cuando trajiste el infierno.

Pero al terminar el día
deberé estarte agradecido
por ser la mayor
de ,os tristezas y el odio
encarnado en persona.

La última noche.

Cuando la obscuridad
se convierte en una lucha
por mantener la cordura
y aferrarme
a lo que queda de mi.

Escucho las palabras
de la bruja del este
recordándome
que alguien
cree en mi palabra.

Sin importar
lo que pueda su cederme
he de grabar mi nombre
en los grandes astros.

Pues cuando el frio estuvo
a punto de reclamar
un espíritu agonizante
acudió en mi ayuda.

He escuchado entonces
el canto de la muerte
pero incluso cuando
mi alma se había marchitado.
Me trajo de vuelta.

Intenté ser cruel
pero mis errores
me han costado demasiado
como para seguir adelante.

Pero mientras pueda escuchar
aquella voz latente
se que nada podrá
hacerme volver a morir.

En mi mente.

Los cielos negros

evocan a los infiernos

y entre nubes desgarradas

caen cadáveres.

Retumba en mi mente

el aullido ensordecedor

de los ascendidos del Averno.

Así es como 

se supone que debe ser

el castigo por haber renunciado

al espíritu.

Porque nada ha de parecer real
cuando la dama pálida
mira directo a mis ojos.

"Nombra cada una
de toda mis heridas y liberarme
del insidioso pasado que me ata
a esta vida."

Siendo el suicido entonces
el verdadero desapego
y la única manera de escapar.

La fuerza del odio.

Avivado por el cielo nocturno
y demasiado débil
como para resistir el impacto
del resplandor negligente.

Convirtiendo mi mente
en un tumor maligno.

Al encontrarme
frente a frente con una época
completamente distinta
y un mundo al cual
yo no podría pertenecer.

Intenté encontrar un propósito
pero sólo hay decepción.

Sentí a mi espíritu
retorcerse ante la presencia
de tantas luces y sonidos.
Mi corazón explotaba
con cada exaltado latido.

Mi pecho retumba
y mis órganos gritan.

Siempre me he visto
profundamente tentado
por la inmensidad del vacío
y las sombras eternas.

Bipolar.

Mis instintos gritan
al ver como te acercas
desde el horizonte
hasta tocar mi pecho
y decir mi nombre.

Tomaste lo mejor de mi.
No esperes que ahora
pueda llegar a sentir
ningún remordimiento.

Cuanto quisiera
poderme liberar
de los recuerdos
y el desgarrador
sonido de tu voz.

Atraviesa mi mente
una y otra vez hasta
que termino por perder
la última gota de cordura.

He aprendido a lidiar
con el eterno dolor.
Sé que cuando termine
el gran espectáculo
de astros danzantes.

Seguiré a tu lado
sin importarme otra cosa
Que no sea mantenerme
cerca de ti.

Volverte a encontrar.

Claro, fui yo
quien asesinó a aquella puta
de cabellos negros y lacios
y mirada petrificante.

No podría soportar
estar otro momento
alejado de ti.

Así que sólo
me dejé llevar
por mis impulsos más
primarios.

Estrujé con fuerza
su delicado y sensual cuello
hasta escuchar el crujido
de su garganta.

Todo es verdad.
El odio me ha consumido
por completo.

Lo que queda de mi
es sólo un impulso irresistible
clamando por
consumar mi venganza.

Así que escapa
como siempre lo has hecho
pero recuerda que no hay lugar
conde esconderse.

Cuando es el caos
quien decide en realidad
lo que pasará.

Imagen generada por I.A.

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Elección.

Sólo concatene

       en el crujir 

de mi respiración.

La supervivencia

          es opacada

   por el gran

        desengaño-

Mira atentamente

         como arrastro

        los pasos

y nunca olvides.

Todo aquello

que dije

la noche

de los astros 

       murienttes.

Un triste recuerdo

       se convierte 

en otra cosa.

Un motivo insano

para abandonar

por completo

la cordura

      y el sentido.