Farsante.

Puedes creer en lo que quieras
incluso si eso significa
vender tu libertad.
Siempre has sido
lo suficientemente débil
como para necesitarlo.

No esperes
llegar a conocer
el sonido
de mi arrepentimiento.

Pues incluso cuando creas ver
a la verdad encarnándose
cual destello en mi pupila.

Sólo estarás siguiendo
un guión que yo he escrito.

¿Sigues creyendo
que de verdad me conoces
incluso cuando
te he confesado mis pecados?

Se supone que puedes leer
todos mis pensamientos
o al menos eso solías
restregarme en la cara.

Aún así sigues creyendo
que mis dobles mentiras
pueden llegar a ser verdad..

Lejos de aquí.

Marcharemos junto con el viento
hacia donde sólo la luna
pueda llegar a encontrarnos.

Y que el sol se olvide
de nuestro existir.

Enterremos
el remordimiento
y busquemos
una nueva vida.

Tan lejos de esta ciudad marchita
como nos sea posible.
Donde el recuerdo no pueda llegar.

Y que lo único
que importe sea vivir.

En medio del bosque
que Dios olvido crear
encontraremos
aquel lugar perdido.

Ven por mi.

¿Acaso crees que me importa
volver a verte llorar?

Si es verdad
que me necesitas
para saber que
sigues siendo real.

No obtendras otra cosa
que no sea mi desprecio.

Aquella debilidad
que te hace desfallecer
no significa nada
para mi.

Tu parloteo
no tiene efecto en mi.

Al mirar tu rostro
convertido en un objeto
carente de vida.

Sé que se trata
de un dulce sueño
del ccual no quiero
despertar nunca.

Contagio.

Nunca fue mi intención
hacerte sentir el dolor
que siempre cargo.

Una infección
que pudre el alma.

Sigo sin saber
como es que puedo soportar
este enorme vacío.

Tal vez sea verdad
que he perdido la razón.

Noche tras miserable noche
me encuentro vagando
dentro de la misma pesadilla.

Me pregunto donde
estará la salida.

Deja de intentar borrar
mis innumerables heridas.
Nunca será suficiente.

Hay algo terriblemente mal
dentro de esta mente.

Misericordia.

Siempre has sido
la única persona
que me ha importado.

Lo suficiente
como para
no desvanecerme
en la neblina
de una noche
sin luna
ni estrellas.

Pues incluso cuando sé
que el futuro
es una visión delirante
que nunca ha de convertirse
en realidad.

Sólo cuando
te contemplo
perdida
en el horizonte
es cuando
me siento
en mi hogar.

Excusa.

Me dejaste caer en el olvido
o bueno, eso es lo que
quisiste pretender.

Lo cierto es que
no creo merecer
un destino diferente
al eterno lamento.

Para serte honesto
no sé como es que siempre
lo he sabido.

Hay algo llamándome
desde los confines
del vacío.
Debo marcharme.

Suelta mi mano.
Es completamente inútil
intentar salvarme.

Estoy harto de vivir
en este interminable ciclo
al que alegremente
llamas vida.

Soledad.

Debemos decir "adiós"
y al final convertirnos
sólo en otra anécdota
diluida en la lluvia.

Estoy demasiado roto
como para tener una oportunidad.

Eres demasiado dulce
y ya no puedo permitirme
seguirte contaminando
con esta enfermedad.

Es mi propia esencia
la causa de todo tu malestar.

Puedes ser todo aquello
que tanto he estado buscando
pero ya es demasiado tarde.
Al menos lo es para mi.

Ya no me quedan esperanzas
ni algo que anhelar.