Ecos de la madrugada.

El miedo susurra
la trampa de las últimas palabras
del falso
adiós.

Enloquezco con cada
aberrante puesta de sol.

De nuevo la vida
me observa con aquella mirada
reniega
... soy su bastardo.

Duele respirar
ese es mi único consuelo.

Ver el horizonte
nunca volveré a tener
aquella mirada
soñadora.

La herida nunca
dejará su frenético punzar.

36:66

Prometo ser un buen chico
sólo un segundo más.

Dentro de la dura corteza
pulida con barro y azufre
el oro oculto
reclama.

Haré lo que sea
sólo quédate.

En las alturas nada de esto importa
¿Qué tan alto puedo llegar?
En esta escala
de inmundicia.

En el pastizal abandonado
donde los enfermos mentales corren libres..

Auto-odio.

Después de todo
              valió la pena...

Se han ido las esperanzas
convertidas en menos que polvo
dispersas entre los ayeres negados.

Lamento tanto ser esta decepción
pero es lo que soy.
Y no hay vuelta atrás.

No vale la pena
el aturdidor brillo del sol en  mi cara
ni la sonrisa fingida.

Lo perdí todo...
             eso es lo que importa.

Busca.

Quiero ver el atardecer sangrante
sentir el viento de Noviembre
lejos, muy lejos del dolor.

Al caminar entre el pastizal
y el suave rocío.

Deja de doler.

Hay algo que debo encontrar
aún no es tarde.

Tal vez nunca lo será.
Desde el alba
hasta la tierra de nadie.

Debo buscar hasta el hartazgo.

Espero.

Mira mis ojos

sabia bruja de la neblina.

Hay mucho más de lo que puedes ver.

Observa.

La locura baila

en un suspiro

congelado.

Mira mi alma

benévola maldición.

El camino es largo.

Entre las turbulentas aguas

de los lamentos marchitos.

Puedo acercarme cada día, un poco más.

43:15

Vagando en sendero sombrío

late la tierra

el estremecer del viento

la mirada de 

la cicatriz errante.

El gélido sudor recorría mis venas

mientras las risas distantes

arrollaban el dulce silencio del abismo.

Sólo podía observar desde lejos

me aproximo, misterioso andar

cigarrillo en mano y mirada perdida.

Nada nuevo

en esta tierra pútrida y estéril.

En este cabaret de miseria

es difícil mantener la frente en alto.

Es bueno tenerte cerca.

Mancillado.

¡Oh! Bruja del este.
Llévame a la otra vida
no quiero esta maldición
no quiero un pasado.
Llévame.

Ha muerto el encanto de la vida
entre amaneceres negros
y buitres asechando.

¡Oh! Cobre, veneno idilico
sabor muerte y descanso.

Entre las enredaderas
de de la tela del tiempo
el susurro de la voz estremecedora
de la bruja del este.

"Camina".

Algún día llegaré.
Es el llamado de la muerte efímera
la que me guía en la tormenta.