Me
salve a mí mismo
Como
una golondrina escapando
de
una sanguinaria zorra…
¡Y lo he perdido todo!
Me
burlé
de mis defectos
cual
bufón
de la corte real
persiguiendo
un salario
¡Y lo he perdido todo!
Me
he quedado solo
¡Ho No!
Realmente
doy risa
¡Ho No!
No
me soporto.
Traté de golpear las puertas
de
la magnífica eternidad.
ya
ni siquiera puedo levantarme.
Ese
es el precio de los sueños
pero,
el sueño no muere.
Solo
el soñador,
que
sin dudarlo ni un segundo
se
decidió a volar.
Con
unas sucias alas de marfil,
quiso
estar con las estrellas.
Los
sueños
hacen arder el alma,
no
sé
si sea bueno.