de este pueblo
hace mucho.
Sólo quiero
verlo arder.
Escupieron
mi rostro
y no tengo
intención
de perdonar.
Al menos
asún me queda
el licor.
Único escape.
Camino letárgico
entre sombras
humo y pestilencia.
Los estigmas
de mis manos
vuelven
a surgir.
Entro de nuevo
a Interzona.
Estas arenas
nunca tienen
suficiente.
Existen cosas
en este mundo
que podrían
destrozar
la cordura
de cualquiera.
Los soles rojisos
a los que llegan
oscuros obeliscos
evocan locura.
Una tormenta
de criztales
se aproxima.
Bajo incandecentes
nubes sangrientas
las blasfemias
encuentran
su camino.
Nada cómo una
buena sobredosis.
Necesito dormir.
Tengo demasiada
mala suerte.
Nunca imaginé
sobrevivir
a esta mierda.
No sé cuánto
lo he intentado
sin encontrar
aquella luz.
El túnel final
me espera.
Imagen generada por I.A.
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