sin cuidado alguno
cuando terminé escuchando
cuánto habrías cambiado.
No me sorprende en lo absoluto
mi locura y tristeza te tiñeron de negro
al igual que cualquier otra cosa.
Me basta con verte
directo a los ojos
para conocer al infeliz
que debe soportarte.
No lo has pasado bien y lo entiendo.
Si pudiera intentaría ayudarte
pero no hay nada peor que verte
cambiar de piel y rostro
para parecerte a mi.
Siempre has tenido la necesidad
de buscarte en las miradas ajenas.
Yo no puedo soportar eso.
Has bebido mi sangre
por el suficiente tiempo
como para haber absorbido
mi alma y esencia.
Imagen generada por I.A.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario