Noche
tenebrosa,
noche
de terror,
noche
carmesí,
noche
de pasión.
Cuántas
historias puedes contar
¡Oh!
Amada luna.
Que
nos asechas
cual
ojo vigilante…
Y
es que en tu obscuridad
podría
perder el don de la vista,
también,
la noción del tiempo…
y
quizá la cordura.
Luna
de queso,
luna
de miel,
luna
del cielo estrellado.
Concédeme
una canción de cuna
para
poder dormir como “un chilpayate”.
arrópame
en tu velo
y
cúbreme en tu frío.
Que
esta noche…
sólo
hemos de ser nosotros dos.
“Dialocando”
sobre el ayer y el mañana
como
dos mentes soñadoras
sumidas
en las bondades de tus estrellas.
Noche,
tan obscura y a veces tenebrosa.
Luna,
tan solitaria y tan perfecta.
Luna,
agradezco tu compañía
y
tu cobijo.
El
amanecer se aproxima
y
debo seguir mi camino.
Prométeme
que mañana vendrás
cual
vieja amiga.
Para
acompañar a este viejo en su velada
y en su
vida.
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