pero para serte honesto; No te odio
cómo siempre intento denotar
en mis peores momentos.
Sí, de verdad eres tan increíble
cómo es que puedo recordar
De no ser por tu absurdo juego
hubiera aceptado cualquier imposición
que pudieras llegar a comentarme
e incluso caer en toda tu mierda.
A pesar de lo que me cueste
eres quien guarda mi vida.
No me importa darte mi individualidad
si acaso tal mierda es que existe
y tampoco me importa darte
todo lo que no puedo percibir.
Sé que a ti también quisieron abortarte
y es eso lo que necesito ahora mismo.
Dime que aquella unión nunca habrá
de perderse y que es sólo cuestión de tiempo
para que vuelvas a ser quien he soñado
durante todos estos años.
Nunca serás nada más que una mala escusa
para hacer mi absurda voluntad.
Aquella extinta voluntad que me hace
volver a soñar con un mejor mañana
y la imposibilidad de llegar
a redimir mi espíritu.
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