que tu fuíste detrás de la atención
de unas tantos bastardos
en lugar de mi devoción.
Puedo asegurarte
que ya es demasciado tade.
Aquel bastardo
no puede importame menos
ahora que soy libre.
Tus engaños ya no sirven
pues he encontrado la libertad.
Dime que ahora puedes
ver la ironía que tánto disfruto
al verte contemplar
mis inumerables adicciónes.
Déjame estrujar tu alma
mientras tu corazón se detiene.
Sabes que este es el momento
por el que tánto he esperado
y que núnca podría perdonarte.
No existe motivo alguno
para que confies en mi palabra.
A pesar de todo sigo necociando
glorias por tu afecto y muerte
por una dulce remembranza
que ya se ha ido hace mucho.
Dime que ha valído la pena
y que eres más faliz que núnca.
No podría soportar cargar
con más culpa que la que hoy mismo
sigo haciendome victimario.
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