no dejaré de buscar el momento
en el que pueda volver.
Sabes muy bien cuánto te adoro
por sobre todas las cosas..
Sácame de este letargo
cuánto la tempestad al fin
se halla marchado.
Simplemente no pude soportar
la inclemente tormenta.
Una vez encuentres motivos
para poder perdonar
todas mis trasgresiones.
Vuelve a gritar mi nombre
hasta que comience a doler.
Pues esta será la prueba
de que en realidad
sólo temiste herirme.
Simplemente huiste cuándo
el dolor se hizo evidente.
Porqué tu delicada figura
no ha dejado de danzar
en mis ataques de nostalgia.
Fuiste luz de mi vida
pero al final he fallado.
No me sorprende que nunca
quieras saber nada
sobre mi, ni mi porvenir.
Te conozco lo suficiente
cómo para saber
que nunca te importé.
De tu boca sólo salieron
bellas y viles mentiras.
Y a pesar de aquello
siempre serás lo mejor
que me ha pasado.
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