Sueño profundo.

Tumbado en pasillos
de blanco mármol
sangre derramada
y ruido blanco de fondo.

Después de todo lo que he hecho
aún espero merecer una oportunidad.

Para traer a la vida
aquella vieja magia
que hemos olvidado
hace demasiado tiempo.

A lo lejos escucho tu llamado

perdido en el caos de la ciudad.

Fue tras un largo mirar
en los profundos abismos
que me encontré
con la verdad más profunda.

La noche oculta tesoros profanos
en la obscuridad de la neblina.

He ahí donde encontré
tras mil y un noches
de vagar sin rumbo
la belleza efímera de la obscuridad.

Vi millones de espectros en pena
pero nunca había visto a la musa de marfil.

Ánima.

Hice un trato

con el señor obscuro

tomó mi alma

y toda la luz que había en mi.

Un pequeño precio

por liberarme de todas 

mis ataduras.

Apártate de mi

deja de mirarme

como si fuera

un alma en pena.

No necesito tu lástima

es demasiado tarde

para intentar sanar mis heridas.

Desde el principio

mi intención

siempre ha sido

arrastrarte al infierno.

Como una sombra

esperando el momento

de saborear la venganza.

No quiero

rehabilitarme

ni expulsar

a mis demonios.

He esperado demasiado

como para dar marcha atrás

y olvidar.

Susurro.

Nunca fue

mi intención

arrastrarte

a mi infierno.

Sé que nunca estaré a salvo

no de las pesadillas.

Nunca debí

compartir

esta maldición.

No contigo.

Pero te amaba

tal vez demasiado.

Debía hacerlo

eres demasiado hermosa

como para no compartir 

este horrendo destino.

Siempre supe

que debía marcharme.

Susurra el viento

de nuevo

veo la lluvia caer

y sólo espero.

De algún modo

sentir tu presencia junto a mi.

Sólo busco un indicio

de haber hecho 

lo correcto para ti.

Quisiera no estar tan equivocado.

Cometí miles de errores

no merezco ser perdonado.

Conozco mis pecados

sé lo que soy

y a pesar de todo.

Quiero acercarme.

Tal vez, si tengo suerte

pueda volver a hacerte sonreír.

Teikautli.

Muero lentamente
desde dentro.
Lo sé muy bien.
He visto las señales.

No te importó
ver las líneas carmesí
y sentir mi dolor.

Tomaste mis heridas
y observaste mi soledad.
Tus ojos me mostraron
aquella compasión.

Una tierna mirada
que desvaneció
mis deseos de morir.

Al final de cada día
sólo me importa
si es que por fin
ha dejado de doler.

Haré cualquier cosa
por salvarte la vida.
Así como tu lo hiciste conmigo.

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Por siempre.

No importa donde mire
siempre termino
escuchando aquella vieja canción.

Es entonces cuando
endulzo mi tormento
con la voz de Rober Smith.

Me he vuelto
terriblemente adicto
a las memorias
del cálido afecto.

Debo confesarte.

Al cruzar por aquellas obscuras tierras
donde el aire sofocaba
y la negra arena carcome el alma
fue tu calor lo que me mantuvo con vida.

Supongo que tal vez
es cierto.

No importa cuanto tiempo me mantenga lejos
no importa lo que el destino me depare
no importa cuanto intente escapar.

Te seguiré amando.

Gota errante.

La vida se había vuelto
un enorme juego de luz y sombras
del que debía escapar.
No me importó dar el paso suicida.

No importa cuanto intente
recordar los buenos tiempos.

Sólo puedo encontrarme
con el momento donde las llamas calcinaron
mi carne pero de algún modo
logré salir con vida.

En mis momentos de desespero
quisiera recordar lo que eso es.

La belleza olvidada
detrás del fuego que me dio vida
cuando sostenía tu mano
y sonreías al escuchar mi nombre.

Tus últimas palabras
fueron mudas para mi.

Te convertiste
en una sombra
que de vez en cuando
emitía ruido blanco.

Convertirme en sacrificio
siempre ha sido mi destino.

Abandonarme en la locura
y perseguir por siempre
aquel momento lejano
de blanca luna.

Recordar cuando tus besos
eran brisa de granizo

Putrefacto.

Puedes dejar esa mentira
he visto la cara del impostor.
Lo cierto es que
es bastante decepcionante.

Temeroso de Dios y de la muerte
como cualquier escoria.

Conozco su nombre.
No me importa
al final no es tan bueno
como para robar mi esencia.

Mi intención siempre ha sido
tan clara como el velo nocturno.

He roto débiles conjuros
y lazos insignificantes.
El fuego ya se ha llevado
toda humanidad de mi ser.

Es justo ahí donde la mente traiciona
de donde he emergido.