Disculpa si acaso
mis palabras duelen
cada vez que te declaro
mi odio y desprecio.
No necesito un dios
tampoco un orden.
Toma tus sinsentidos
y eternos absurdos
que al fin me he vuelto
completamente inmune.
no una terapia.
Quemaré tus libros
al igual que tu carne
Al final del día
ya no serás necesaria.
Deja atrás toda
esta palabrería.
He sobrevivido
todo este tiempo
sólo por un propósito
más allá de lo finito.
Arderás al igual que
mi mente enferma.
Cuando al fin
termine contigo
serás sólo ceniza
y malos recurdos.
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