Floreciente.

Suelen gustarle

aquellas lindas palabras

que saco de la manga.

Analiza mis cicatrices

sin saber lo que significan.

Lo cierto es que no podría

llega a importarme menos.

Sigo en esta cruzada

sin propósito ni sentido
más allá del egoísmo.

Cómo si algo pudiera
traerla de vuelta.

Pasan los segundos

y el tic tac del reloj

corroe mi cordura.

Debo abandonar

a toda esperanza.

Al final no somos

más que humanos

en el caos etéreo.

Puedes creer que

tienes el control.

Sin embargo lamento

ser yo quien termine

con ese sueño.

Por tus venas corre

mi maldita escancia.

Estoy seguro de que

aún puedes recordar.

Sin embargo nunca

podría atreverme

a hacerte daño.

Deprimente.

Nunca había visto a nadie
buscar con tanta vehemencia

verme tumbado en miseria.

Si es que sólo basta con ver como

es que cada paso que doy duele

entre huesos y terminaciones nerviosas.

¿Qué más pueden buscar?

Las miradas se conglomeraron

en el extremo desprecio

que existe a la distancia.

Cada noche puedo sentir como

es que carcomen mis huesos

las voraces fauces de la nada. 

Los entes obscuros susurran.

No sé como es que terminé aquí

y tampoco es como que me importe

si acaso sólo es curiosidad.

Me basta con declarar el odio.

La posteridad puede irse al carajo

mientras consiga descargar

mi odio y amargura; No me importa.

Detesto tanto a las personas

y me odio por ser tan repulsivo.

Justo como se supone que sea.

Hazme sonreír.

No me importa
nada de lo que halla pasado.

Debes contar con el peso

de mi demencia.

A pesar de todo

y sin valer nada

puedo entregarte

mi entera devoción.

Estoy tan cansado

necesito de tu dulce aliento.

Puedes comprender cuanto

es que te necesito.

A pesar de todo

esto es más que sólo

una llamada de atención

querida mía.

He escuchado atentamente

a tus suplicas.

Mis gélidas manos

estrujarán con ira tu cuello..

Déjame desaparecer

tu dolor y miseria

con el acto homicida

que tanto me apasiona.

Alimenta mis ilusiones

con tu cálido aroma.

Envuélveme

en calor y dulzura.

No sabes cuanto

disfrutaré hacerte

gritar hasta la muerte

y el fuego eterno.

No me culpes.

No he sido yo quien te trajo.

Desde siempre has intentado

llegar a este circulo.

Misticismo.

Las paredes retumbaron

junto al gran estruendo

de una vida perdida.

Las campanas suenan

en distópico compás.

Hasta pronto querida.

Los sellos se han roto

an la noche más obscura.

No hay dónde escapar.

Una turbia sonrisa

se dibuja a contraluz

y enciendo un cigarro.

A los pies de tu cama

nada puede detenerme.

Perdona mi osadía.

Simplemente me cansé

de esperar el alba.

He escuchado tu voz

llamándome en sueños.

Caminé por desiertos

tormentas y huracanes

esperando este momento.

Como una pesadilla.

Casi puedo prometer

que tendré misericordia

tras tu ultimo suspiro.

Corazón inmortal.

Su tristeza

era tan hermosa
que contagiaba
el impulso suicida.

Ruega por mi alma

y su destino.

No me importa

si tienes una vida

a la cual aferrarte.

Te llevaré conmigo.

El tiempo suele

estar de mi lado.

No soporto la idea

de quedarme solo

así que simplemente

te arrancaré la vida.

¿Será sólo mi paranoia

quien la traiga de vuelta?

A veces tengo esa sensación

de que todo es un ciclo

que terminará cuando muera.

El tiempo suele ser

la peor de las prisiones.

Cuando las luces

por fin se apagan

en crepúsculo

sangrante.

Toma una semilla.

Aquella
ansiedad carcomerte
es sólo un domingo cualquiera
en lo que a mi respecta.

No esperes que te siga.

No tienes alas

detrás de ti.

Tu soberbia

ha nublado tus sentidos

e incluso tu juicio.

No eres más que

un chiste parlante.

Puedes intentar

analizar estas palabras

y hacerte a la idea

de tu error.

No quieres ver lo real.

A nadie le importa

lo que puedas decir.

Sólo eres una herramienta.

Al final

has sido tu quien

se ha desvanecido

con la lluvia.

Justo como mi llanto.

Puedes escapar

de toda esta mierda.

Sólo espero

poder estar ahí

cuando la cruel verdad

se haga presente.

Enfermo.

Tú que has domado
a los designios de la muerte
en un inútil intento
por posponer lo inevitable.

Dime como es que hemos

llegado a este punto.

Temo encontrarme de nuevo

a la fieras necróticas

cuando la luz del sol 

nuble mi vista.

Toma mi mano de nuevo

y partamos al horizonte.

Al final todo estará bien

hasta ahora has tenido razón

y no tengo motivo alguno

para dudar de tu palabra.

Tal vez debería marcharme

hacia el olvido eterno.

No quedará nada para recordar

en algún tristísimo día lluvioso

en los que el cigarrillo

tiende a saber mejor.