lunes, 30 de julio de 2018

Lo juro. No soy tan malo.

Soy el cáncer en la vida
en cada noche turbia
oculto en los huesos de la encantadora.

No hay nada mejor
me gusta
causar
su sufrimiento.

¡Oh! Eres tan especial
claro que sí.

Nada malo puede pasar.

Soy sólo una idea
camino detrás de las hojas
oculto
esperando el atardecer.

Nada bueno puede pasar.

Estoy adentro
y latente,

El tiempo puede desgarrar el  cuerpo
pero no la condena
sólo tienes que esperar.

domingo, 29 de julio de 2018

Tulpa.

¡Oh! Querida mía
jala el gatillo
sólo tu puedes hacer
que la muerte sepa mejor.

Simplemente estoy harto
de la escoria que se arrastra
entre las paredes.

Pero antes
    las llamas deben alzarse
sobre
el horizonte nocturno.

Caos ríe, demente
desde las entrañas mentales
del miedo y la desesperación.
Es hora de traer el infierno
y el nunca jamás.

Nada.

Entre latidos atemporales
recuerdo mis últimos latidos
perdiendo la cabeza
entre rejas y batas blancas
la sangre pura salía de mi piel.

Soló queda el carmesí...

Corto las venas 
con navajas de diamante
y alguna ilución.

Nada como la esperanza.
Que mejor tortura
para algún soñador.

Amo quemar el alma.

El espectáculo de fuego fatuo
y caras del terror.

Perdido entre la neblina....
justo donde pertenezco
después de todo
Sólo quedan gusanos
y uno que otro lamento inaudible.

sábado, 28 de julio de 2018

Carga.

Despierta la eterna figura
siempre furtiva
siempre presente.

¿Hay alguien ahí?

Alimenta
al demonio.

El carmesí...

Abre los ojos
un poco antes del despertar.
Respira.

Estaré bien.

Conoce la mente
detecta la luz.

La demencia

La sombra viviente
desgarra la esperanza
entre las olas de la vida.


Soy un cáncer.

¿Recuerdas cuando eras joven?
Aún más de lo que eres hoy.
Cuando la vida brotaba
y los amaneceres no eran tan malos.

¿Vivo o muerto?

¿Que ha pasado?
Vamos maldito bastardo
no puedes simplemente
ignorar todo lo que te rodea
y desvanecerte.

¿O sí?

¿En que te has convertido?
Al borde del abismo
sólo una estúpida sonrisa
y mirada decadente.

Latente.

viernes, 27 de julio de 2018

Doble muerte.

En pleno sendero
el blanco de mi aliento y el crujir al andar
la luz de cigarrillo, mi única compañia
rumbo al pantano del este.

Mentiras
en mi mente y alma.

Cubierto con túnica negra
la mirada perdida
guía mi mi camino
entre las arenas del recuerdo.

Quedan miles
de aquellos granos de arena.

El parásito mental
que alimenta la ira.
Recordando mi sueño negado
aquella pesadilla que no quiero olvidar.

La esperanza
un cobarde suicidio lento.

Cálido.

Al otro lado de la medianoche
más allá de la vida
donde las llamas callan
y la purulenta obsesión
desaparece.

Vienen por mi
las ramas marchitas
obsesivas con la sangre.

Al caer el velo marchito
la verdad se vuelve sólo otro matiz.

Pero amo el color sombra
donde habitan los monstruos
y las aberraciones.
Mis podridos hermanos de sangre y yo.