viernes, 29 de junio de 2018

"Brillante"

Infección mental
un rayo de sol aturde mis sentidos
es la molesta voz
del amanecer tardío.

Cuanto odio tu sonrisa
esos estúpidos ojos soñadores
la farsa
de la estrella nocturna.

Prometo olvidarte
si cumples tu parte del trato.

No soporto el resplandor
eres una jaqueca que paulatinamente
alimenta el dolor.


jueves, 28 de junio de 2018

Demasiado tarde.

Suenan los grilletes
se acerca
la diva olvidada
la bruja del este.

"Piedad
no volveré a fallar."

Sonríe.

Suelta las cadenas dirige su vista a la luna.
Suspira.

"¿Que esperas?"

Se esfuma de nuevo
en medio de las siempre mentirosas
enredaderas noctambulas.

La decesperanza
oca la puerta
es hora de más tormento.

Quema el velo.

Se rompe el sueño atemporal
el cristal que disfrazaba la miseria.

La carcajada hueca.

La máscara piadosa.

Ha muerto la luz
en el reino marchito
de las risas etéreas
la noche regresa.

El tiempo no importa
no cuando el vacío 
es lo único que queda.

Los pequeños destellos de alegría
se apagan en el va y ven de la vida
sólo queda el negro incierto
y una que otra gota.

He abandonado la fe
dejé ir la maravilla
sólo queda el dolor...
de alguna forma no es tan malo.
Sólo es sangre

Imagen generada por I.A.
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Andras espera...

Sueño olvidado, marchito intento de paraíso, ten cuidado al apagar las luces él vigila desde cada rincón sombrío. Las ásperas arenas del tiempo no existen para lo que observa. Sólo el horror que desatará... En la retorcida mente del siempre maldito no existe rincón para la piedad. Es en la elegancia del que desde cada rincón siempre espera la que hace interesante el gran regalo de la venganza.

miércoles, 27 de junio de 2018

Idiota...

En la noche estrellada
ya no me preocupa
la absurda realidad,ya no.

El filo obscuro
de la guadaña celeste
azote y caricia
de la dulce tierra.

Una rosa negra
deslumbrante
             perdición.

Derramo sangre sobre las espinas
no siento dolor.

¿La carne ha muerto?
¿La mente se quebró?
Nadie lo sabe
sólo el tiempo.

Sólo el tiempo y sus ecos.

Entre intentos inutiles
esperanzas huecas
y sueños vacíos
he desperdiciado mi vida.

Indudablemente
           lo haría de nuevo.

Al salir el sol.

Hay una herida punzante dentro de mi alma
cada respiro
cada carcajada
cada amanecer.
Un recuerdo de mi destino.

Es tarde para cambiar la diección
no existe la ayuda
ni un mejor futuro.

Las mentiras son bellas
pero falsas.

La realidad da una dura bofetada
cada despertar.
es en esos momentos
cuando comienza la melancolía.

Los eternos arrepentimientos
y mi incapacidad de olvidar.

Es entonces cuando empieza
el martirio eterno
al que estoy condenado
siento el sol
y el viento
pero no la vida.

martes, 26 de junio de 2018

Execution (fragmento)

[...] Estás parado frente al espejo de tu habitación, desnudo, recorriendo con tus ojos negros como aceituna, cada parte de ti; esos brazos escuálidos, ese cabello y vello tan negro que marea. "Uno siempre se mira distinto a como se ve en realidad"; recuerdas haber leído eso en alguna parte, pero ahora que más da, ya no importa, lo único que importa es que te has convertido en tu propio juez.

Decides salir de esa pocilga, y alcanzas a distinguir por el rabillo del ojo una sombra moviéndose, -Muy bien, al menos alguien se queda cuidándola- piensas, al mismo tiempo que cierras la estúpida puerta que no has reparado desde hace ya, varios meses.
Te encuentras caminando por la acera, oscura y tan silenciosa que trae paz y amargura al mismo tiempo, ya tienes la dirección, solo falta el automóvil, para el cual llevas más de media hora esperando a que pase el indicado. Cuando estás apunto de rendirte e ir a casa con ella ves pasar en la esquina un viejo Stratus color verde oscuro, no trae vidrios polarizados como te hubiera gustado, pero es mejor a dejar pasar otro día. Empiezas a caminar cojeando, no es necesario poner cara de sufrimiento porque al parecer, y según lo que te dijo ese idiota de Zimer, es la máscara que usas cada vez que sales de esa pocilga, procedes a hacer la seña de auxilio y das gracias de que el viejo en el auto te haya volteado a ver y se haya detenido a preguntarte si necesitas ayuda.
-Si, necesito que me lleven al hospital, acabo de fracturarme la pierna y no tengo nadie quien me lleve-
-Claro, suba. Lo dejaré en el hospital más cercano.-

Trepas al carro, piensas si es correcto atacar ahora o un poco más cercano al hospital; que más da si de todas maneras al pobre hombre no lo van a poder ayudar ni el hospital más caro del mundo. Tragas saliba, le pides que aparque porque sientes ganas de vomitar y antes de que pueda poner la palanca en manual, tu ya estás ahorcándolo con el cable que te recuerda a ella; pasas el cuerpo inerte pero todavía tibio del viejo a la parte trasera del auto y prosigues tu camino. [...]