Persiste.

Débilmente
aferrado
a lo que aún
me queda
de humanidad.

Despiertame antes
de que el sueño
se convierta en vida.

Prometo entregarme
en cuerpo y alma.
Si es que así
logro sobrevivir
un día más.

Sólo prométeme
que estarás ahí.
No me importa si fallas.

Estoy tan
acostumbrado
a las desilusiones
que me basta
con una promesa vacía.

Termina con esto.

Dime si es que al fin
has terminado
de derramar tu dolor
sobre mi piel.

Tu sufrimiento
es algo que
simplemente
no me importa.

No lo suficiente.

Puedo intentar derramar
unas cuantas
lagrimas de supuesto
arrepentimiento.

Sólo márchate
y nunca
mires atrás.

No hay donde volver.

Aquel día
nos aseguramos
de ello.

Consumido.

Me vi hundido
en la más profunda nostalgia

Caminando por el mismo sendero
que en aquellos días
me provocaba tanto temor.

Sin importarme
si es que soy un espectro
deambulando
en algún otro tiempo.

Sólo queda esto
un vacío punzante.

Ni en mis peores pesadillas
pude imaginar
que llegaría a este punto,

Donde ya nada importa
pues la luz del nuevo día
es algo que nunca llegará.

21:68

Debería agradecerte
por mostrarme
la triste realidad.

Sólo me pregunto
si al abrir los ojos
habré perdido
algo importante.

Soy ceniza perdida
en el invierno.

Necesito un milagro
para encontrar
una salida de esto.

Desde aquel día
no he podido
volver a sentir
en lo absoluto.

Y una vida así
no vale la pena.

Confesión apresurada.

Hace tanto que he dejado ya
la deslumbrante tierra de los vivos.

No preguntes
cuando regresaré

Sólo espera el día.

Nubes negras
relámpagos vivos
y un viento inclemente.

Justo tras la primer sombra
escucharás mis pasos
acercándose a ti.

Sera entonces cuando.

Postraré mi mano sobre tu hombro
y reclamaré mi anhelada venganza.

Imagen generada por I.A.

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Última.

Pues sólo tengo
hasta el amanecer
y el crepúsculo
que rompe el alba.

Perdámonos en un instante
de miradas encontradas.

Prisioneros del velo
que nos separa
y nos convierte
en opuestos.

Trata te tomar mi mano
mientras sea posible.

Pues en estas noches
de luna nueva.
Somos razón
y locura.

Mañana partiré
demasiado lejos de aquí.

Puedo prometerte
jamás volver  a acercarme
no a este mundo
ni esta realidad.

Sólo esta noche
la redención es posible.

Ajeno.

Al final sólo fui
otra piedra en tu camino.

Cae el granizo
cual castigo inclemente
de los cielos.

Golpea repetidamente
mi cuerpo y rostro.

Una bofetada de los vientos.

Un triste recordatorio
de lo insignificante
que de verdad soy.

Tan errado como siempre.

Al dar el siguiente paso
se estremecen mis huesos
y me vuelvo  desvanecer.

No es que exista
una maldición en mi destino.

Tampoco se trata
de un espectro
del cual escapar.

Sólo es el elevado precio
de la desventura.