y nada en este mundo
puede remediarlo.
Salvo la muerte.
No, lo cierto es que
en realidad no duele
tanto como supondría.
Ya estoy acostumbrado.
Pudiste ser aquella
a quien más amara
en mi asquerosa vida.
Todos me han decepcionado.
Sé muy bien qué hacer
cuando me han mentido
y vuelto a romper el corazón.
Sólo debo marcharme.
Esta gran soledad
es mucho mejor que
volver a lidiar contigo.
Nada vale la pena.
Bajo la densa penumbra
se encuentra el silencio
al que me he entregado.
Imagen generada por I.A.
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