entre fuego fatuo
de pantanos negros.
Habré de ser yo
el demonio
que termine
con tu miseria.
No me importa
manchar mis manos
con tu sangre.
Al final del día
sólo eres una de tantas.
El verdadero
objeto de mi obsesión
se ha ido hace mucho
y tú no eres más
que una suplente.
Cuanto hubiera deseado
poder asesinarte una y otra vez
a lo largo de mi vida.
Todo tiene un final.
Es la naturaleza de todo.
Camino muerto en vida
sin algún camino
o ambición que perseguir
y eso es bueno.
Te dije claramente
que vendería el alma.
He traído tantas
lágrimas y desgracias
como me ha sido posible
y eso es sólo decir
lo mejor de mi.
A pesar de todo
seguiré rondando
por la neblina.
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