Anoche pude escuchar tus gemidos; aquellos que el dolor que una mala noche suele generar y por escasos instantes llega a tocar tu piel, lo suficiente cómo para escucharte gemir nombre entre murmullos.. Puedo sentirte tan débil que casi puedo tocar tus nervios.
Rompe el velo que hemos guardado.
Ambos sabemos que yo no podría hacerlo pues ya me he jodido lo suficiente cómo para atreverme a soñar. Mi cuerpo se ha vuelto tan sólo una prisión encargada de asimilar alcohol y uno que otro alucinógeno. La verdad es que pocas cosas pueden deprimirme hoy en día y sacarme un poco de esta rutina a la que me he sometido con tal de seguir escuchándote a lo lejos.
El dolor del olvido puede hacer maravillas cuando ya no te importa nada.
Ahora dime que mi sacrificio ha valido la puta pena.
Casi puedo asegurarte que al final hemos de encontrar una manera de hacer que nuestro futuro tome forma alguna mientas seguimos manteniendo las distancias necesarias cómo para hacer que ninguna vida termine dentro de aquel mundo lleno de pesadillas y uno que otro malestar hecho realidad.
Déjame mostrarte.
Imagen generada por IA
https://dream.ai/create
No hay comentarios.:
Publicar un comentario